Inauguración XIII Encuentro «Emoción y Cuerpo»

INAUGURACIÓN  XIII ENCUENTRO “EMOCIÓN Y CUERPO”

Un año más, desde hace 13, estamos aquí reunidas en un nuevo encuentro de “Emoción y Cuerpo” que nuestra asociación organiza,  con apoyo ECONÓMICO de Instituto Asturiano de la Mujer. Saludamos igualmente el apoyo recibido por la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud y de la asociación El Parto es Nuestro.

Un año muy difícil para todos y todas dada a situación de pandemia mundial, pero especialmente para las mujeres, que han visto como el sesgo de género se profundizaba en esta situación de crisis económica y sanitaria.

La lucha por los derechos reproductivos y la salud de las mujeres, ha sido desde hace décadas una cuestión clave para el feminismo. La salud adquiere una dimensión política al estar determinada por condiciones estructurales, materiales y simbólicas, impuestas, en este caso, por el sistema  capitalista y patriarcal; haciendo de nuestra salud también un elemento de control y subordinación, y, por desgracia también de violencia…Probablemente para gestores y actores de nuestro sistema  sanitario público de atención no sea algo consciente, pero emana de  los sesgos evitables del método científico y ,sobre todo, de ignorar las condiciones sociales/raciales y el ciclo vital de las mujeres y sus repercusiones en su salud.

En esta primera oleada de la pandemia, se produjeron situaciones de restricción total del acompañamiento a la mujer en el nacimiento e incluso de los bebés en periodo neonatal, en algunos hospitales de nuestra CA.

 A día de hoy resulta claramente injustificado que se separe a los bebés recién nacidos de sus madres y padres; o que no se le dé a la mujer el confort y el apoyo, que supone el acompañamiento durante el tránsito del nacimiento de sus criaturas, y el apoyo imprescindible durante el puerperio inmediato; y no  sólo a las mujeres protagonistas de estos nacimientos en aquellos primeros momentos de la pandemia o asociaciones de mujeres, sino también a profesionales sanitarios y autoridades sanitarias, en un momento de reflexión posterior.

No podemos permitir tampoco que ante el miedo a la situación pandémica se retroceda en la transformación del sistema de atención obstétrica, que se ha caracterizado en las décadas precedentes por su tecnificación, intervencionismo y deshumanización“, en nombre de la seguridad técnica y científica del nacimiento”; además de no integrar a las parejas al cuidado necesario e igualitario de las criaturas. Esto se llama “violencia obstétrica”, para los organismos y expertos internacionales, y España ha sido amonestada recientemente porque en nuestro sistema sanitario aún se ejerce.

Es por ello por lo que hoy está con nosotras la abogada y activista de los derechos de las mujeres en este ámbito, Marta Busquets, a la que agradecemos de todo con-razón su militancia y activismo, además de su participación en nuestro acto.

También estarán representantes de diferentes ámbitos sociales:

  1. De las más de 100 mujeres que se organizaron en pleno confinamiento para hacer valer sus derechos ante protocolos de restricción y que vivieron sus procesos con un estrés adicional, consiguiendo demostrar a las autoridades que no se deben, ni pueden vulnerar los derechos de las mujeres y sus criaturas, habiendo medios para lograr la seguridad para todxs los que interviene en el nacimiento: Rebeca Feijoo, Cristina Reigada y Alicia Álvarez.
  2. De los y las profesionales sanitarixs, participa Teresa González, pediatra del Hospital de Cabueñes en Gijón, con el interés de plantear “los dilemas en la atención al nacimiento bajo las oleadas de la COVID”.
  3. En representación de nuestra administración sanitaria, participa Sonia Álvarez Directora de Gestión de Cuidados y Enfermería del área I.

A todas ellas, nuestro sincero cariño y agradecimiento por participar en un día en que las mujeres solemos seguir trabajando con “nuestras otras ocupaciones domésticas”

Por último, nos unimos a las voces de millones de mujeres de este mundo que luchan contra la   violencia machista que sufrimos las mujeres y nuestras criaturas. La prudencia ante esta pandemia no silenciará nuestro grito unánime de “BASTA YA¡¡¡.

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